“No podemos condenar el contrabando de productos que ingresan y tolerar los que salen”
La Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC) sostiene que el 67% de los cigarrillos ilegales que se comercializa en la región lo producen diez tabacaleras del país
Escribe: Arístides Ortiz Duarte
La ALAC, a través de sus expertos en materia de contrabando de cigarrillos, respondió a nuestras preguntas planteadas por correo electrónico. Sostiene sus respuestas en informes académicos y estudios de mercados propios y de terceros de la región.
“El consumo de cigarrillos ilegales (3.5 de cada 10) en Latinoamérica representa un volumen anual de 79 mil millones de cigarrillos. Brasil consume aproximadamente la mitad de esa cifra, proveniente principalmente de Paraguay», señala un pasaje del informe de ALAC remitido a nuestro medio.
Añade el informe que en base a diversos estudios y relevamientos especializados -propios y de terceros- de los mercados, «podemos establecer que aproximadamente el 67% de esos 79 mil millones de cigarrillos de origen ilegal que se consumen anualmente en la región son producidos en Paraguay”,
“Esta estimación -prosigue el informe- encuentra su explicación en que la industria tabacalera paraguaya fabrica anualmente unos 45 mil millones de cigarrillos (con capacidad para producir 100 mil millones) cuando su consumo interno es tan solo de 1.5 mil millones», según un estudio realizado por el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP). Agrega que esto «significa que anualmente se estaría volcando al comercio ilegal unos 43.5 mil millones de cigarrillos producidos en el Paraguay”
La ALAC es una iniciativa de sectores empresariales y entidades de la sociedad civil de Latinoamérica creada en el 2016. Su objetivo es “construir con los gobiernos de la región una agenda conjunta de cara a la reducción del contrabando” de varios productos, incluyendo el cigarrillo. Actualmente, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) ocupa la secretaría técnica de la ALAC.
“En cuanto a la afectación económica de los Estados (…), el comercio ilegal de cigarrillos le genera a los Estados de nuestra región una pérdida anual estimada en ingresos tributarios de aproximadamente USD 4.825 millones”, asevera en otro pasaje el informe de respuestas.
Se estima que el mercado ilegal de cigarrillos genera a los estados del mundo una pérdida anual en ingresos tributarios de entre 40 y 50 mil millones dólares cada año.
La pérdida de esta mil millonaria suma va a parar en las manos de las organizaciones criminales, en vez de ser utilizada por los Estados para la solución de los problemas sociales y económicos de los países de la región.
Las fábricas tabacaleras identificadas en Paraguay y que producen los cigarrillos que se trafican ilegalmente en la región, son: Tabacalera del Este (Tabesa), Veneto SA, Palermo SA (estas propiedad del Grupo Cartes), Tabacalera Boquerón, Tabacalera Hernandarias, Tabacalera San Francisco, La Vencedora SA, Tabacos Montecarlo SA, Schelp Tabacos SA, Tabacalera Mediterráneo.
Según las últimas informaciones relevadas por los expertos de ALAC, a partir de la sanción que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos aplicó al expresidente paraguayo Horacio Cartes, “este se desprendió de todo su paquete accionario de TABESA trasladándolo, al igual que las marcas que era de Tabesa, a VENETO y PALERMO”, las otras tabacaleras de su propiedad.
Cartes está indiciado en varios informes oficiales del Estado paraguayo de cometer los delitos de contrabando de cigarrillos y lavado de dinero proveniente de esa actividad.
Con relación a la salida de los cigarrillos del territorio paraguayo producidos por las citadas tabacaleras, el informe indica que sobresalen las fronteras que Paraguay comparte con Brasil y Argentina, específicamente la ciudad Saltos de Guairá, todo el territorio del Lago de la Represa Hidroeléctrica Itaipú, la ciudad argentina Clorinda, la paraguaya Cuidad del Este, la argentina Bernardo de Irigoyen, la brasileña Dionisio Cerqueira y la paraguaya Encarnación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que el comercio ilícito de cigarrillos tiene importantes implicaciones sociales negativas, ya que al hacer que los cigarrillos estén accesibles a un precio ultra barato y no regulado, el consumo aumenta en lugar de ir hacia la baja, de conformidad con el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT OMS) y se socavan así los esfuerzos para reducir la prevalencia del tabaquismo y prevenir la iniciación entre los jóvenes.